El paisaje que tenemos hoy en día en las montañas de Galicia está marcado en buena parte por el hielo. Aunque en la actualidad en nuestras montañas el hielo ya no es tan habitual, su presencia en el pasado ha marcado su aspecto, ¿cómo?
El paso del hielo por el terreno, su acumulación y los procesos de congelación y descongelación han dejado una gran huella en el territorio, dejándonos lagunas glaciares o acumulaciones morrénicas con los materiales arrastrados por los glaciares.
En nuestra última publicación sobre el macizo de Trevinca hemos realizado una cartografía detallada de todas las formas paleoglaciares existentes en este territorio y una reconstrucción de los paleoglaciares, es decir, de la masa de hielo que cubrió esta zona en el momento del máximo avance glaciar.
Se trata de un proceso llevado a cabo a partir del uso de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y distintas campañas de trabajo de campo. Para el apartado más tecnológico se optó por la fotointerpretación de las imágenes áreas y el empleó de GlaRe, un método diseñado por Pellitero et al. (2015) que permite estimar el espesor del hielo y su superficie.
Este trabajo ha permitido cuantificar la longitud del glaciar del Bibei, el más importante del sector occidental de Trevinca, en unos 30 km, ocupando una superficie total superior a los 140 km2. Por su parte, el hielo alcanzó un espesor máximo superior a los 500 m en el Bibei, o cercano a los 400 m en el valle del Canda.
Conocer cómo ha sido el pasado de nuestras montañas nos ayudará también a entender que nos espera en el futuro y cómo será su evolución en las próximas décadas. Aquí podéis leer el artículo completo publicado en Land. Y si os entran ganas de conocer más de cerca el sector de Trevinca, esta es la ruta de las lagunas glaciares (PR-G 200) en Wikiloc.