Entre los meses de enero y marzo he estado inmerso en mi primera campaña antártica en las Shetland del Sur. En esta aventura me acompañó el resto del personal investigador del proyecto PARANTAR. En esta ocasión la expedición se dividió en dos equipos con tareas previstas y lugares de estudio distintos.
El primer equipo se ha centrado en la recuperación de datos de los sensores introducidos en campañas previas y la introducción de nuevos dispositivos para comprender las dinámicas en las zonas de ladera, en los arroyos y en el frente costero. A partir de los datos de temperatura, altura de la nieve o régimen térmico de los suelos y los datos de los desplazamientos de los elementos monitorizados, se pretende lograr entender en profundidad cuáles son las dinámicas actuales en las zonas de trabajo.
Las tareas del primer grupo se han desarrollado en la isla de Livingston, en el entorno de la BAE Juan Carlos I, en Punta Hannah, Punta Barnard y en el entorno de la península de Byers.
La segunda parte del proyecto se encargó de la recogida de material geológico en distintas islas del entorno antártico, en las Shetland del Sur, para poder datar la edad de estos sectores y así poder comprender mejor cómo se ha desarrollado el proceso de deglaciación. Con esta información se podrá complementar la base de datos que se ha ido generando en campañas previas y dibujar con mayor precisión la evolución de la superficie libre de hielos en el entorno antártico.
Tras las largas jornadas de campo y de recogida de información, ahora llega el momento de procesar todos los datos obtenidos y trabajar en su análisis. En el X Simposio de estudios polares ya se presentarán los primeros resultados de esta campaña.